Mientras tanto, en el país más feliz de América Latina(?), se empieza a armar debate sobre el campo. Como habíamos comentado en una entrada anterior, va a ser interesante ver cómo discurre todo el proceso, que, como dijimos, es distinto al caso argentino porque intenta gravar la propiedad de la tierra. Pero lo que nos importa, más allá de las diferencias es ver obviamente el tipo de cambio tributario que se da y al mismo tiempo cómo se va desarrollando la opinión pública en torno al tema a partir de su percepción de ese sector productivo, que, tanto acá como allá, suele poner en juego valores simbólicos tradicionales ligados a lo patrio cada vez que debe defender intereses económicos.

Hubo dos reacciones. Una fue de la Asociación Rural Uruguaya (ARU) y otra de la opinión pública. La primera fue más o menos esperable. José Bonica, preseicente de ARU, salió con el tradicional «cambio de reglas que no le hacen bien a la inversión» y conceptos del repertorio liberal. Por otra parte, también deslizó un poco de macartismo, sin querer revelar exáctamente a qué se refería:

-¿Comparte que existen problemas de infraestructura?

-Sí, existen. Y si hay que tratarlos para solucionarlos no tenemos ningún problema. Pero nos hemos dado cuenta que esto no es un tema de infraestructura sino que tiene otra óptica. Tiene una fuerza ideológica muy grande. Los motivos de esto no son solucionar problemas de infraestructura. Esto es un tema con una base ideológica fuerte.

-¿Por qué lo dice?

-Está claro y todos entienden.

La entidad que representa a los dueños de la tierra piensa que éste es un impuesto ideológico. Pero lo más interesante es el sondeo de opinión, en el que se muestra que el 56% de los uruguayos está a favor del impuesto. No sabemos si es porque los uruguayos ya no forman parte de la liga de países serios y se volvieron todos comunistas que van a expropiar a todos los terratenientes y les van a sacar a sus hijos y comérselos o si el impuesto no es tan fuerte como nos sugería Entonado en un comentario a aquel post. Hay que seguirla para ver cómo continúa.